30 de agosto de 2006
27 de agosto de 2006
"BASADO EN HECHOS REALES" (y van dos).
Dedicado a todas la mujeres en general
25 de agosto de 2006
ÉTICA Y ESTÉTICA
me he permitido reproducir este chiste encontrado en internet.
A menudo me sorprende la gente que comparte conmigo este viaje en metro que es la vida. Somos un buen puñado de personas hacinadas en un vagón en hora punta. Está el que corre a ocupar un lugar para sentarse (a veces soy yo, no se crean), el que no se ha lavado en siglos o se busca ostentosamente los mocos con cada uno de los diez dedos (verídico, menos mal que no llevaba sandalias) o el que saca un libro y los cascos y se aisla del mundo (también yo, a veces). Pero en el metro, y en la vida, a veces se cruza la vista con la chica que esta al otro lado. Incluso a veces ¡O maravillas! Te sonríe con la mirada regalándote unos segundos de placer. En esta vida es tan escasa la simpatía que te aferras a ella con uñas y dientes, defendiendo tu porción de dulzura y otorgándole a la otra persona, enseguida, todos los dones de la excelencia humana. A menudo nos cuestan los gestos de aprecio, leí una vez que tener boca y no sonreír es como tener cuenta bancaria y no disponer de libreta de cheques.
Pero lo que realmente me molesta es esa gente que se permite un momento de simpatía contigo y aprovechan para insultante en cuanto bajas tus defensas abrumado por su fingido cariño: “sois todos iguales” (¡gracias a dios! Si no como se las arreglarían los médicos), “te creía diferente” (no, hija, la que creía que no eras tan tonta era yo) y “te he borrado del messenger (¡eso espero! y gracias).
De verdad que a veces creo que a las mujeres le dan una asignatura de “manejo de hombres” desde párvulos (sed sinceras: ¿a que es así? A llegado el momento de reconocerlo), pero lo prefería eso a las de ahora que sólo saben ser "bordes" en vez de la elegancia que se conseguía abriendo la puerta y saliendo simplemente de tu vida.
P.D.: perdonen este momento de pataleo, es sólo un ataque de justo orgullo, enseguida se me pasa.
23 de agosto de 2006
21 de agosto de 2006
LECTURAS
Acabo de terminar LA SIRENAS DE TITAN de Kurt Vonnegut y la verdad es que he quedado bastante decepcionado. El comienzo es glorioso: irreverente y despiadado. Me gustaba como describía las situaciones y las personas. Había gente estúpida con suerte y gente inteligente sin ninguna y el mundo seguía girando a pesar de todo. Pero a la mitad la trama decayó como un ladrillo. De pronto sucedieron cosas sin sentido y cogidas por los pelos, y se me tornó a un tostón indigerible que sólo pude terminar gracias a su corto recorrido. Presiento que es una historia con moraleja que se me escapa, pero es que yo no la busco. Con sinceridad, lo único que busco en una novela es entretenimiento, cuando quiero pensar veo un documental, leo ensayo o converso con mis amigos. Que una historia quiera adoctrinarme me parece tan pretencioso como los testigos de Jehová que me quieren vender su fe. ¿Acaso yo les vendo mis creencias? Es soberbia creerse en posesión de la verdad frente a toda la gente que discrepa y aun más intentar convertirlos a tu forma de pensar. No digo que este autor sea malo, ni su novela tampoco: sólo comento que a mí, personalmente, no me ha entusiasmado.
Todavía tengo aparcado REGRESO de Theodore Sturgeon. Una recopilación de cuentos escritos allá por los 5o. Lo compré el invierno pasado y se me ha quedado un poquito atascado. Me recuerda a los coches antiguos: gloriosos en su aspecto pero difíciles de conducir. Ya os contaré más cuando lo termine. Pero de esa década prefiero a Henry Kuttner imposible de conseguir, pero que cuando lo encuentras da placer leerlo. De verdad, en mi vida pocas veces he leído algo tan fresco y divertido... y que haya resistido tan bien el paso del tiempo.
Por ultimo, acabo de empezar RIMRUNNERS (algo así como "En la frontera") de C.J.Cherryh y por ahora lo encuentro interesante. Lo han sacado en colección de bolsillo, al nada despreciable importe de 5 euros. Creo que no hay nada que dinamite más eficazmente las ganas de leer que el coste de los libros, y por ende, perjudica, más que a nadie, a las propias editoriales. En fin, alabemos la iniciativa y esperemos que cunda el ejemplo.
19 de agosto de 2006
LONDRES (un día de julio del año 2006)
Pasaba por allí rondando las doce de la mañana justo unos días antes de irme para España después de cobrar un cheque en un lugar cercano. Cuando me disponía a bajar las escaleras hacia el metro noté algo extraño. Al principio no sabes que es, pero sin lugar a dudas tu mente se acostumbra a una rutina y cuando algo se sale de lo normal automáticamente te avisa de la incoherencia: había gente parada en la base de las escaleras. Bajé despacito, con cuidado, cualquier cosa podía ser. Y entonces vi una de las escenas mas sobrecogedoras de Londres.
Victoria es impresionante. A ras del suelo en un edificio de época con un hall de techos altos en varios niveles tienes dos o tres estaciones de trenes con unas diez vías y una innumerable cantidad de tiendas y sedes centrales de varias compañías. Alrededor se encuentran infinidad de paradas y estaciones de autobuses para cualquier lugar y en el subsuelo está el cruce de la línea Circular con la propia línea Victoria. Miles de londinenses se dan cita allí todos los días.
16 de agosto de 2006
NUEVA YORK (un día de Julio del año 2000)
Fue hace seis años, justo el anterior a que todo cambiara. Ya no nos sorprenden las noticias sobre atentados, sobre planes para atentar, sobre métodos para realizarlos. Entonces todavía se levantaban orgullosos un par de rascacielos en el sur de Manhattan.
En "La Zona Cero" había unos grandes almacenes que visitamos un par de veces. Para regresar decidimos coger el metro en la propia estación de las "Torres Gemelas". Al pasar por la plazoletilla que había entre ambas vimos un pequeño escenario en donde unos músicos sonrientes improvisaban Jazz. Los brokers salían para tomarse su sandwich de media mañana con la chaqueta en el brazo y las camisas remangadas. Parecían gente cordial que amaban la vida y solo intentaban hacer bien su trabajo. Muchos de ellos murieron el año siguiente.
Recuerdo a los simpáticos bomberos que nos encontramos en "la pequeña Italia". No les importó que tres turistas quisieran hacerse una foto con ellos apoyados en su camión, ni que me dirigiera a ellos en español, en vez de decírselo en su idioma. Hicieron el esfuerzo de la lógica y adivinaron mis intenciones.
Claro que eran otros tiempos.
He pensado a veces en ellos, si estaban destinados en aquella zona, tan próxima a la catástrofe, es posible que fueran unos de los que acudieron primero, unos de los que sufrieron la caída, unos de los que perecieron...
He recordado aquel viaje desde entonces, y lo hago con cariño e ilusión. Pero hoy me acuerdo de que un día murieron los pasajeros de cuatro aviones, los trabajadores de dos edificios, los profesionales que fueron a rescatarlos y unos cabrones que mejor hubieran perdido sus miserables existencias mientras preparaban esta desolación.
8 de agosto de 2006
"DESDE KENSINGTON GARDENS CON AMOR"
Si alguno me seguisteis en mi antiguo blog sabríais que cuando fui a la National Gallery de Londres me fascinó la Venus del Espejo (cabecera del blog), e incluso me dio por hacer un boceto de la pintura en mi libreta. Vale, vale: es vergonzoso marranear un papel intentando simular la perfección.
Se me ocurrieron muchas cosas en Inglaterra, y una de ellas fue practicar un poco el tema del dibujo, abandonado por mi hace... no sé, tal vez 20 años.
Sea como sea me terminé decidiendo por la tinta, así, sin más, sin una base de lápiz. Me salía el tema más definido y no me importaba mucho que algunas lineas se salieran del boceto.
Este es desde lo alto de Kensington Gardens. Me pillaba junto al curro, así que si el día era bueno me gustaba pasear por ahí mientras hacía tiempo para coger uno de los autobuses antiguos en Royal Albert Hall.
El papel es de calidad superior, capaz de aguantar incluso acuarelas, pero no me preguntéis la marca puesto que fue un regalo.
Perdonad si sale borroso, no es un scanner sino una foto.
Por último. Sed comprensivos y no me critiquéis mucho. O mejor, no me critequeis nada, últimamente no aguanto bien las criticas... me producen un extraño estado de desinterés (juajuajua).
Un abrazo.
2 de agosto de 2006
¡DIOS, NO! ¡NECESITO DORMIR!
Hoy me he despertado con un ruido infernal. Mi habitación vibraba, como toda la casa; y eso que es de ladrillo bueno. No como esas casas de la playa, en las que sacrifican la comodidad por el dinero, esperando que al hacer menos frió nadie se de cuenta de que las paredes son de mentira, hasta que pasa un coche diesel por la calle y tiemblan hasta los falsos techos. No, mi edificio es de buen ladrillo y aun así temblaba como jalea recién hecha. Como un flan.O vibraba, más bien. Y ese ruido infernal me penetraba como una broca ardiente en el tímpano. Una y otra vez. Viene de fuera, del bloque de al lado, esos si son de ladrillo barato. Hace unos años tuvieron que ponerles un armazón a la estructura no fueran a caerse del todo. El espacio si es lo que han sacrificado. Unos muy pegaditos a los otros. Si uno hace obra se fastidia toda la calle. No me he podido dormir hasta las 3 ó 4 por el calor y me han despertado de mañana cruelmente.
Tengo cerca los tapones que me compré en Londres. Me los pongo frente al ordenador y noto como mi brazo tiembla a ratos sobre el ratón mientras yo me hago el sordo.
Todo esto me resulta extraño. Tal vez otro día explique porque, aunque primero tengo que pensarlo un rato.