Me han echado del chat de Terra, me han bloqueado.

Me conecte con el "nic" que me conecte a las dos o tres frases con cualquier persona se me corta la comunicación. Alguna moderadora resentida se ha cabreado conmigo y ha decidido evaporarme el suministro de ligues. Porque, por si alguno todavía no se ha enterado, eso son los chat: sitios para ligar y también para que las verduleras y verduleros de turno se desfoguen soltando improperios a todo ser humano que tenga la desdicha de cruzárselo virtualmente. Seguramente me tiró los tejos y la ignoré tranquilamente.
Así que me busqué otro chat (será por falta de lugares…), aunque ya no soy muy aficionado. Antes de irme a Londres los usaba al menos una vez al mes y a mi vuelta todas las semanas… Pero de todo se harta uno, hasta de ligar por la red. Ahora, como mucho, entro una vez cada cinco o seis meses, para no perder la costumbre. Pero cada vez es más difícil encontrar mujeres con las que mantener una conversación interesante, deben de haber migrado todas a facebook, tal vez sea el momento de abrirme un perfil.
Pero nada de lugares de pago. Estoy en contra de los Meetic y similares que sólo sirven para sacarte el dinero. En ciudades como Barcelona o Madrid deben de ser sitios fenomenales para conocer chicas (y chicos) con alevosía y nocturnidad, pero en Granada, con sólo 200.000 habitantes en la capital, y mucha mujer resentida (no me preguntéis el por qué) contra los chicos en “La Red” es, más bien, el modo ideal de perder dinero fácilmente.
En el nuevo chat encontré rápidamente a una: 30 y tantos, trabajaba en un banco, morena…, en fin: lo típico. Me pregunta por mi trabajo, edad y lugar de residencia, hasta que llega a aficiones. Le molesta que me guste hacer cine, dice que si me estoy haciendo el interesante, que qué películas mías se han estrenado en las salas. Le respondo que yo ya le he hablado anteriormente de mi trabajo, que ahora hablábamos de aficiones y que mis películas hasta el momento sólo han sido cortometrajes que he enviado a concursos y videos que cuelgo en youtube. Se da cuenta de que ha metido la pata y empieza a desvariar sobre lo económicamente inestable que es la industria cinematográfica y que a eso es a lo que se refería. Supongo que se dio cuenta de que no colaba la excusa y opta por hacerse la dura. Me dice “Adiós” con decisión. Espera que yo le diga que se quede, que charlemos, que habíamos conectado o algo así, en cambio escribo:

“Ah
Bueno
Pues adiós”

Un segundo después de leer mi última palabra se desconectó.

Seguramente ha llegado el momento de abrirme un perfil en facebook…