No sé como sucede, pero: no veo tele5, no sigo NINGÚN programa del corazón, casi he dejado los telediarios para decantarme por los periódicos digitales... y aún así me entero de la basura de esta gente.
¿Qué tengo que hacer para no volver a verlos nunca?

¿Cuántas veces nos ha dicho este gobierno que ya habíamos pasado lo peor? Yo he perdido la cuenta.

(Recomendación cinematográfica de la semana: PERDICIÓN ("Double Indemnity" 1944), la mejor película de cine negro que he visto en años. Y no es un juego de palabras con la situación española...

... y los sindicatos callados como putas...)

Seguramente muchos de vosotros seáis amantes de los animales (no me refiero a esos que violan gatos, sino a los que los cuidan) y las imágenes de cómo matan a las focas o a las nutrias para conseguir sus pieles os pongan los pelos de punta, pero ahora ha llegado una moda aun peor: el sacrificio de ositos de peluche. A la crueldad animal hay que unir el hecho de que, debido a su pequeño tamaño, se necesitan gran cantidad de ellos para confeccionar una simple cazadora. Aquí podéis ver una muestra de esta sanguinaria moda.

Otra más, yo casi no puedo ni mirar, me rompe el alma. Los confeccionan con sus cabezas y todo...

Bueno.. bueno... bueno...

Gracias al consejo de Raphael he conseguido que mi ordenador vuelva a reconocer las tildes, así que ya puedo escribiros un breve post.
Llevo unos días dedicándome a lo que se está convirtiendo en una gran afición para mí: recopilar películas clásicas (preferiblemente buenas) para mi filmoteca personal.

Primero he indagado en una página de ciencia ficción y estoy viendo “Atmósfera Cero” (que ya conocía y me encanta) además de “First Spaceship On Venus” (1960) y “The Monolith Monsters” (John Sherwood, 1957). Estás dos últimas sí que son nuevas para mí, las críticas eran buenas, ya veremos.
Curioseando me he topado con el cartel de “Batalla más allá de las estrellas” (1968 'The Green Slime'). Si bien la película es horrorosa la publicidad gráfica es muy atractiva.

Alucinado me hallo

En una de estas entierro este blog. Será así, sin más, como hice con su predecesor. Un post de despedida y “hasta la vista”. La razón es que se ha convertido en el reflejo de las tres cosas que más odio: la política, la política y la política (bueno, también odio la violencia, las dictaduras y cuatro o cinco cosas más, pero dicho así quedaba más colorista).
Para los que tengan la suerte de no vivir en España ni sentir la vergüenza de serlo les diré que el grado de mierda y corrupción ha llegado a extremos tales en la clase dirigente y en la opositora de esta tierra de infames que dan ganas de meterle fuego al Congreso de los Diputados sólo por ver como arde la porquería. Ni ganas de comentarlo me quedan.
De esta tesitura volveremos a mi otro tema recurrente en estos últimos meses: internet.
Bruselas lanzará antes de verano un debate público sobre neutralidad de Red. Tras esta rimbombante presentación lo que en realidad se esconde es el interés de las operadoras de telefonía por trincar “money” a costa de las compañías de buscadores de internet. Vamos: cobrarles por... por... por cobrarles.
¡Ja! ¡Mira que bien! Las cabezas de la Hidra se están comiendo entre ellas. Soy incapaz de navegar sin un buscador, pero eso no me impide ver que esto no es más que la lucha de dos lobbys por llevarse mi dinero. En unos meses ambos enarbolarán la bandera de la defensa de mi libertad y beneficio para sustentar sus posturas pero, como hace ya tiempo que no me creo nada que me vendan con esa promesa, me limitaré a comer palomitas mientras disfruto viendo como se matan.
¿Y el ministro de industria que ha dicho?: EFECTIVAMENTE, siguiendo fielmente las directrices de este gobierno que son no mojarse en ningún tema ni tomar la mas mínima decisión ha comentado: "Es una opción a discutir y barajar".

Ya sé que llevo unos meses algo “pesado” con el tema de la libertad en internet y todo eso. Pero es que veo la red como un reflejo de la sociedad y, por tanto, si nos quitan derechos aquí es porque ya nos los han robado totalmente en nuestras vidas. Me explico:
Hace ya algún tiempo que os conté que en las aduanas de Estados Unidos, los inspectores te podían abrir y espiar los archivos que llevaras en cualquier dispositivo electrónico sin necesidad de orden judicial ni de una conducta objetivamente sospechosa, por simple decisión aleatoria y sin motivo. Imaginaros que llevarais las fotos de tu pareja desnuda en el ordenador portátil o el teléfono móvil, o un video íntimo o un secreto empresarial… la lista de razones para oponerte podría ser larguísima, y sin embargo no serviría de nada puesto que, para impedir (teóricamente) la piratería electrónica, está perfectamente legitimado.
Os imagináis el alboroto que montaría, por ejemplo, Miguel Bosé si intentarán espiar en su teléfono al bajarse del avión en el control de pasaportes. Seguro que entonces sí que hablaría de su derecho a la intimidad.

Y ahora estamos con el tema de los escáner corporales. Es ilegal, en toda la Unión Europea, que invadan tu privacidad de cualquier manera y sin embargo ya hay países que te obligan en los aeropuertos a pasar por un escáner que muestra la forma, tamaño y volumen de los genitales masculinos o de los pechos y pezones de las mujeres por muy tapados que estén con ropa. Por supuesto que es por nuestra seguridad, o eso dicen, pero: ¿De verdad os creéis que alguien que tenga acceso a esa invasión de la intimidad, durante días y días, en todos los aeropuertos del mundo, con tanto garrulo y garrula que anda suelto, nunca se permitirá la licencia de hacer un comentario indecente o de una mirada lasciva?
Para mí que no.