26 de julio de 2006

Aires independentistas.

Tal vez ahora no sea políticamente correcto decirlo, pero: yo siempre he creído que la unión hace la fuerza. Y que muchos unidos, aunque sea cabreadamente, hacen más que separados.
Supongo que, tal vez, la culpa sea de Franco, o de la UltraDerecha o de la UltraIzquierda o de la madre que los parió a todos, pero, parece, que ahora no es correcto decir territorio o decir País o hablar de Nación... y lo más curioso de todo es que precisamente ahora es cuando menos me apetece. Por una vez lo "políticamente correcto" y "yo" coincidimos en algo.
En Londres vivía en una casa de tres plantas (y un sótano al que nunca bajé y sólo sabía de su existencia por lo que había oído) con otras 11 personas. Eran de Colombia, México, Italia, Austria, Sudáfrica, Venezuela, Francia y España. Todos hablábamos español; lógico: la agencia estaba regentada por hispanos y el anuncio en Internet era en español... por eso la escogimos. Y la verdad es que la convivencia era estupenda. Al mes de llegar nos encargamos de montar una fiesta que fue todo un éxito, nos unió más a nuestros compañeros y dio paso a nuevos partys y salidas. A veces teníamos cenas en familia, ya sea porque coincidíamos al cocinar o porque mi sobrina aparecía con una bolsa gigantesca de comida de lo que había sobrado en donde trabajaba. Era un placer sentarse en una silla del salón y empezar a investigar juntos de que eran los bocatas o compartir a medias una ensalada. Tal vez por eso aquella gente llegó a ser casi como mi familia...
Casualmente una de las chicas francesas era del País Vasco-Francés de padres españoles y una de las vecinas españolas era de Cataluña. Laura, esta última, hizo muy buena amistad con mi compañera de cuarto y sobrina, y yo a su vez lo hice con Maider, la chica vasca. Así que mi habitación a veces parecía más una representación parlamentaria de España que un cuarto en una casa de Londres.
Mi hermana apareció en mitad de la estancia para visitarnos y como control materno de su hijita (que por cierto, tiene 24 años), contándonos que ahora Andalucía había sido declarada "realidad nacional". Nunca olvidaré la voz de Laura diciendo con asombro: "¿Y entonces qué somos nosotros?", refiriéndose a donde dejaba eso al nacionalismo catalán.
Al final me llegaban inquietantes noticias de España: que si se iba a disolver, que se había roto la unidad, que si eta estaba negociando que parte le tocaba en el pastel y que Andalucía intentaba escapar por la puerta de atrás. Y mientras, tonto de mí, yo disfrutando distraidamente de la vida y de unas pocas tardes de sol paseando con Maider o comiendo en un parque con Laura. España se iba a pique y yo me subía a la terraza de la casa a tomar el sol con ellas. Es posible que a mi vuelta no quedara país en donde aterrizar el avión y nosotros, mientras, perdíamos el tiempo abrazándonos para superar los malos momentos.
La puerta de mi cuarto nunca tuvo el pestillo echado en los cinco meses que estuve allí. Y ahora no se lo voy a echar a mi corazón. Puede independizarse quien quiera, hablar el idioma que les apetezca y negociar con quien sea... si eso les place. Pero igual que no me siento menos amigo de Lucas y Carlos por ser ellos colombianos y yo español, tampoco quiero menos a Laura o a Maider por ser de regiones diferentes a la mía.
Y si esto le pica a alguien: QUE SE JODA.

5 Comments:

At 10:40 p. m., Anonymous Anónimo said...

Le encontre.
Sin comentarios.

 
At 2:00 p. m., Blogger Mar said...

Mejor final imposible ¡que se jodan!, tanta tontería con las nacionalidades y la desmembración... aggg.
Saludos, a mi también me encanta estar entre personas :)

 
At 6:22 p. m., Blogger fcnaranjo said...

Lo mismo digo: qué buen colofón para un buen post.

Un saludo.

 
At 2:51 a. m., Blogger RUFUS said...

Creo que estoy de acuerdo con el espíritu de hermandad que trasmite el post. Las fronteras ya están abolidas y las personas tienen su valor intrínsico de por si. Ahora, yo soy independentista catalán, no sé si eso es contradictorio con ese pensamiento estereotipado de egoísmo, pocas lecturas, poco viajado y de mente cerrada.
Comparto el universalismo personal igual que usted, por lo que no me siento jodido.
Gracioso me resulta según quien, que se llena la boca con la palabra “desmembración” y en realidad son más nacionalistas que Arzallus. Por cierto, yo no soy nacionalista, soy independentista ideológico y sentimental porque no me creo la España plural.
Ah, y no quiero romper ningún lazo con España (a parte de la soberanía política).
La unión hace la fuerza, la fuerza de no poder participar en un mundial (por ejemplo), o de poder utilizar nuestra lengua en el parlamento europeo (cuando son oficiales otras con menores parlantes).
En definitiva, que estoy de acuerdo con su internacionalismo pero desde otra perspectiva.

Salut

 
At 11:54 p. m., Blogger Janario said...

Hola Independentista,

Quisiera invitarte a visitar una viñeta sobre la educación en Cataluña que acabo de publicar en mi blog.

Pedagogía y Educación en Cataluña

Muchas gracias y cordiales saludos.

 

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