10 de enero de 2007

Para ti, siempre para ti.

No, la bilis no desaparece de mi vida. Soy tozudo hasta para lo malo. No es preocupante: apenas un poco más de insomnio, un mes durmiendo mal, alguna que otra queja (derecho al pataleo, que le llaman) y terminaré tragando... como siempre trago.
Tal vez lo mejor de todo sea que recibes mensajes de gente que no te lo esperabas. No porque sean mala gente, sino porque apenas cruzáis dos palabras en el éter... y de pronto: ahí están.
No se me va la mala leche... pero los tragos con tu cariño son menos.


Todo lo que quiero para navidad eres tú...