4 de febrero de 2007

Catania

'Corriere della Sera', el diario más influyente de Italia, fue categórico: "El fútbol es una gran cosa, ocupa mucho lugar en televisión y tiene el carisma de una religión, pero no tiene tanto valor como para que alguien muera por él".

Estoy frustrado, o más bien debería decir cabreado… o mejor: estoy profunda e irremediablemente jodido. Y no es por el dolor de oído martirizante, ni por la falta ocasional de sueño o por el frío que cubre todo España deshaciendo los ojitos esperanzados con los que los turistas miran nuestro cielo que habían oído decir que era sinónimo de sol y playa. No, es por el asunto ese del puto fútbol. Sí, sí: mueren miles de personas todos los días por el tráfico y no vamos a prohibir los coches; sí, sí: mucha gente sufre de enfermedades venéreas y no por eso vamos a prohibir el sexo… sí, sí, ponedme todos los ejemplos que queráis y no por eso me parecerá más miserable la muerte de personas a manos de descerebrados hinchas. Rara vez ocurre en el tenis, muy ocasionalmente en el baloncesto, nunca, que yo sepa, en el golf. Por mucho que se filosofee hay algo terrorífico en que más de 100.000 personas se encierren juntas en el reducido espacio de un estadio. Que se insulten, que se armen con palos y navajas para ir a ver un partido, que se tiren bengalas mortíferas para celebrar un gol, que antes vayan a un bar a emborracharse y que a la salida se busquen para matarse.
Tal vez muchos seáis demasiado jóvenes para recordar la "Tragedia de Heysel" (se la llama así, pero en realidad debería ser la “matanza de Heysel”), cuando un 29 de mayo de 1985 en el Estadio de Heysel de Bruselas, en Bélgica, murieron 39 aficionados a causa de una avalancha en los prolegómenos de la final de la Copa de Europa de fútbol entre el Liverpool FC y la Juventus FC. Este suceso provoco 39 muertos y 600 heridos.
Os dejo que saquéis todas las conclusiones que queráis, yo ya he dicho todo lo que quería deciros. Pero antes una última cuestión: en las noticias de hoy se ha hablado en primer lugar de este hecho durante TRES MINUTOS para pasar inmediata y extensamente a comentar la posible vuelta a los estadios de Etoo. Felicidades, amantes del “Barcelona”, os dejo, a vosotros y a todos, estos reconfortantes datos extraídos de la Wikipedia:

“Consecuencias para el fútbol inglés
La UEFA sancionó a los clubes ingleses sin poder disputar competiciones europeas durante cinco años, y les conminó a tomar severas medidas para frenar la violencia de sus aficionados radicales, denominados "hooligans". La sanción se debió a que la tragedia de Heysel no fue considerada un hecho aislado, sino el punto culminante a varios años en los que los hinchas ingleses habían protagonizado episodios de violencia en los estadios, especialmente cuando se desplazaban a animar a sus equipos a competiciones internacionales, fuera de las Islas Británicas.
El Liverpool FC fue sancionado con 10 años sin poder participar en competiciones europeas, aunque posteriormente le fue rebajada la sanción a seis años.
A pesar de todo ello, el gobierno inglés no tomó severas medidas hasta cuatro años más tarde. Tuvo que suceder la Tragedia de Hillsborough en 1989, en el que fallecieron 96 aficionados ingleses para que el gobierno de Margaret Thatcher se decidiese a actuar con contundencia y dictara la "Football Spectators Act" y el "Informe Taylor" para erradicar el fenómeno del "hooliganismo" y mejorar la seguridad en los estadios.

Otras grandes tragedias en estadios de fútbol
Las tres mayores tragedias en estadios de fútbol que ha habido fueron:
• 1982: Estadio Lenin de Moscú, en Rusia. Fallecieron 340 aficionados a causa de una avalancha de aficionados en el transcurso del partido entre el Spartak de Moscú y el Haarlem neerlandés, correspondiente a la Copa de la UEFA.
• 1964: Estadio Nacional de Lima, en Lima, Perú. Fallecieron 318 aficionados cuando la multitud se agolpó sobre las puertas cerradas del recinto, huyendo de una carga policial. Se celebraba el partido internacional entre las selecciones de Perú y Argentina.
• 1968: Estadio Monumental de Núñez: Había terminado un súper clásico entre River Plate y Boca Juniors. Había finalizado el partido y la Puerta 12 del Monumental (por donde debía salir la parcialidad de Boca) estaba todavía cerrada, y hubo una gran avalancha. El resultado fue la muerte de 71 hinchas, la mayoría menores. La Justicia nunca encontró culpables.”


(http://es.wikipedia.org/wiki/Tragedia_de_Heysel)

4 Comments:

At 3:27 a. m., Blogger Bowie said...

los calificativos se agotan. estremecedor. los datos que aportas son interesantes, había oído hablar de Heysel, solamente, aunque he leído sobre 'la guerra del fútbol'

creo que el problema no es del fútbol en particular, sino que es un problema de seguridad pública. a pequeña escala, raro es el fin de semana que en Ligas provinciales y escolares un jugador o un árbitro no es amenazado o directamente agredido

va el abrazo

 
At 12:00 p. m., Blogger Waiting for Godot said...

Cañita: Estás mejor de tu otitis?
Saludos!

 
At 5:49 p. m., Blogger Cinthya said...

hooola
pasaba a dejarte un saludito

besoos

chaoo

 
At 8:57 p. m., Blogger cieloazzul said...

jooooooooooooooooo caña!!!
que te digo yo que en partidos de futbol donde los jugadores son niños! niños de 12 años y los padres de familia llenos de frustación por resultados en contra arremeten contra todo lo que encuentran a su paso....
es una pena que algo que se disfruta con pasión y alegria termine en obseción enfermiza y desastres como los que mencionas....
besos

 

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