9 de octubre de 2007

LA CAIDA DEL IMPERIO ROMANO

La civilización de la antigua Roma se colapsó. Así de simple: ni grandes revoluciones ni monstruosas guerras. Los Mayas desaparecieron del planeta, murieron dejando tras de si el fasto de sus construcciones mucho antes de la llegada de los españoles... en vez de dejar supervivientes.
Y así una y mil veces.


Creo que ha llegado el momento de reconocer que los Estados Unidos están cayendo.

Esto no es un panfleto político, no no. Es un pensamiento real basado en la pura reflexión de los hechos. Ya le pasó a la URSS y ahora les toca a ellos. Parece que nada hace temblar ya los corruptos cimientos sobre los que se sostentan. De vez en cuando un imperio necesita una revolución que le haga sacudirse el polvo y las ideas caducas. Y ellos mismos lo reconocen: las falsas armas de destrucción masiva, las guerras para apoyar a dictadores en el extranjero, las torturas a presos, las encarcelaciones sin juicio de presuntos talibanes, la infiltración de la lengua española en el ingles, su vasta (de extensa) y carísima burocracia, servicios secretos enquistados en el poder. Claro que, si norteamerica cae... nos vamos todos a la mierda, desde América latina hasta el japón.
Los inversores nos dieron una pista hace años: cuando apareció el Euro en el mercado. Antes de ser una realidad física su cotización caía y caía sin freno ni visos de tener fondo... hasta que los billetes salieron a la calle. La tendencia cambió de forma brusca: por fin era realidad una moneda fuerte basada en la estabilidad de varios países y no de los intereses de uno solo. Y desde entonces es el Dolar el que no ha dejado de perder fuerza frente a nosotros.
USA se hunde. Y en Europa buscamos a donde agarrarnos. Tal vez china, tal vez los países árabes, tal vez tengamos que irnos a Marte...
Esto se acaba. No sé si se terminará concentrando los gobiernos en monstruosas corporaciones de países o disgregándonos en micro estados aun más pequeños que una autonomía o región, con cuasi fronteras entre las ciudades, como en tiempos de nuestros abuelos (¡Mira tú que modernos ellos!).
No sé cuándo ni sé cómo, eso preguntadselo a un vidente o a un analista político: los dos me dan la misma confianza...

¡Ah! Por cierto: el último que apague la luz...

1 Comments:

At 11:42 p. m., Blogger krispo said...

Me gustó el texto, muy lindo. Pero paso velozmente a dejar un saludito.
Un beso

 

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