Ya he terminado de ver "Las chicas Gilmore", el capítulo 22 de la séptima temporada. ¡No sabéis lo que me ha costado! En la televisión pública española tienen por costumbre empezar series sin plantearse nunca la posibilidad de terminarlas. Compran una o dos temporadas y tanto si gustan como si no ellos la utilizan de relleno para cubrir los espacios que van desde las telenovelas a los partidos de fútbol, que parecen ser las únicas dos cosas que dan dinero verdaderamente.

Esta serie me atrapó desde el principio por ese dialogo de besugos que tienen madre e hija y del que tanto me gusta abusar a mí con mis amigos. Mis conversaciones por el messenger con el perpetrador de "Con un canto en los dientes" posiblemente serían incomprensibles para cualquiera y me divierte pensar si habrá secciones enteras de la CIA dedicadas a descodificarlas, de ser cierto que "Georgito" Bush se dedica a espiar los correos en internet en busca de terroristas a los que encarcelar sin juicio a la espera de conseguir más puntos para su reelección (es tan tonto que seguro que no se ha enterado de que sólo puede ser presi por dos legislaturas).

Las primeras temporadas las han echado a saltos inconexos en el tiempo en horario de mañana desde hace unos... tres o cuatro años: se tiran cuatro meses echando dos capítulos diarios hasta llegar a la cuarta temporada, después uno más con sólo uno por jornada para la quinta, un añito de descanso y vuelta a empezar pero ya por la segunda temporada hasta que les vuelva a venir bien cortarla de golpe. Para solayar este desquiciamiento tuve que bucear en internet. De este modo encontré los primeros capítulos en una página, la sexta y principio de la séptima temporada en otra, y lo que me quedaba los he conseguido en versión original "por ahí" y me he buscado los subtítulos en una página a la que estoy apuntado. Me han quedado algunas cosas en el aire, pero era esto o morirme de asco esperando la reacción de algún "funcionario" estúpido del Ente Público.

Sin duda y sin menospreciar lo anterior que a sido lo que me ha llevado hasta aquí, el final de la última temporada a sido lo mejor de la serie. Escenas hilarantes que me hacían troncharme de la risa ante el ordenador seguidas de momentos muy sensibles que vienen bien para desatascar los lagrimales.

Los minutos finales han sido muy emotivos. Era previsible, pero no por eso dejabas de tener ganas de que sucediera. Como una buena película de Hitchcock que has visto mil veces pero sigues sufriendo cuando ves a los protagonistas tardar diez minutos en bajar una escalera de veinte peldaños preguntándote si al final le atraparan los malos... cuando sabes que eso nunca sucede.

No lo voy a contar, por si hay algún fan de la serie que se encuentre en una situación similar a la mía. Sólo le digo que si le gustó lo anterior disfrutará con esto. Ya nunca habrá nada nuevo. La niña se ha hecho adulta (tanto en la serie como en la realidad) y se ha buscado nuevos proyectos en los que participar (como en "Sin City") y la madre, desconocida actriz hasta este momento, ahora está ocupada con el estreno de una chorrada sobre una nueva "Arca de Noe" en la que ella hace de sorprendida esposa del prota.

Ha sido un placer, un verdadero placer.