Se acabó “Everwood”. Los productores decidieron que no merecía la pena alargarla más allá de la cuarta temporada e hicieron un capítulo doble como telón, en el que intentaron atar todas las tramas románticas que habían ido abriendo a lo largo de cuatro años en un gran final… por esa manía del “fueron felices y comieron perdices”.
Ya os he comentado la costumbre de los descerebrados productores españoles de poner y quitar las series según se les antoje. Everwood duró poco en horario de tarde los fines de semana, esa es una franja publicitaria muy importante para un culebrón que no terminaba de cuajar. Pero hace poco la repusieron en horario nocturno a capítulo diario… y me enganché. Aunque el protagonista principal se suponía el padre viudo que durante años había ignorado a su familia por atender su exitosa carrera de cirujano, poco a poco fueron cobrando importancia los romances de los hijos, de los amigos del hijo y de la antigua novia del hijo, yo creo que era un intento de ampliar el mercado captando la atención de los jóvenes. Por supuesto antes de que terminara en tv me bajé la cuarta temporada por internet y ya la he visto entera… ¿Qué queréis?: me encantan los melodramas.

Una serie que empieza es “Californication”. Ya se ha terminado la primera temporada y dentro de unas semanas se espera el estreno de la segunda en EEUU. Esta es una serie muy diferente (y por tanto muy apetecible) a lo que nos tenían acostumbrados. El protagonista (el mismo que el de “Expediente X”) es el típico adulto-“niño malo”, que bebe, fuma como un cosaco, coquetea con las drogas y se “tira” a todo bicho viviente con faldas que se le pasee por delante, pero… que no puedes dejar de apreciar. A menudo deja colgada a su hija quinceañera, se acuesta con jovencitas, no deja en paz a su “ex” a pesar de que ella está a punto de casarse con otro hombre y se ha peleado con el director de la película basada en su único best-seller. Lo bueno es que, a pesar de lo catastrófico de su vida: su “ex” aun le quiere, su hija lo adora, su editor literario es su mejor amigo y vuelve loco a las mujeres más bellas. Como veis es una serie gamberra para pasar un buen rato viendo gente semidesnuda quebrantar todas las leyes de la decencia y buen gusto que podáis imaginar.