18 de mayo de 2009

(Aclaratorios)

Lore y yo nunca fuimos amigos. Lore y yo éramos sólo compañeros. Rezamos juntos (en aquella época en la que yo aún creía), cantamos juntos, luchamos juntos, estudiamos juntos. La penúltima vez que vi a Lore estuvo a punto de meterme en un lío por culpa de uno de sus amigotes, la última apenas cruzamos las dos palabras de cortesía de un encuentro casual en la calle. Lo recuerdo siempre con su sonrisa socarrona. Lo enterraron en un ataúd cerrado... era mejor que nadie viese como quedó...
En la mañana de su velatorio me encontré con todos los viejos conocidos. Fue entonces cuando se me saltaron las lágrimas:

-“Es una puta mierda esto de que tengamos que recurrir a los funerales para volver a vernos” –dije.

2 Comments:

At 12:15 a. m., Anonymous Anónimo said...

Loren, ... era Loren.

 
At 7:46 p. m., Blogger Miguel said...

El funeral es como una convocataria que hace el fallecido, escribe su nombre propio en la lápida
Te aplicas a recordar y recuerdas y se te saltan las lágrimas
Lo siento mucho
Abrazos

 

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