9 de julio de 2009

"BASADO EN HECHOS REALES" 108

El otro día estuve dando una vuelta por la discoteca más grande que hay en Granada: la “Mae West”. Estos macro-centros de encuentro con varias salas de distintos ambientes se han hecho con casi todo el negocio. Hace tiempo Granada, como ciudad universitaria que es, estaba llena de pub y lugares de diversión; en cambio ahora sólo encuentras “kebabs” de comida rápida y tiendas, regentadas por chinos, en las que te venden bebidas alcohólicas a cualquier hora y con cualquier edad. De hecho creo que la razón por la que nos pusieron tantas facilidades para grabar mis videos de parapsicología en el pub “Granero” fue por la publicidad que gracias a esto han conseguido, siendo actualmente casi el único local de este tipo que puede robar gente a la “Mae”.
Los domingos suelen ser tranquilos en invierno ya que los estudiantes se acuestan temprano para acudir a clase los lunes, pero en verano se trastocan los horarios y vemos los bares vacíos un viernes y repletos a mitad de la semana.
La noche del 5, tras subir de la playa, tenía ganas de ver a mis amigos y tomarme una copa tranquilo con ellos mientras escrutábamos a las féminas en algún lugar de estos. Nuestra técnica amatoria es muy sencilla: sostenemos nuestros vasos de cubata en la mano mientras miramos fijamente a un grupo de chicas y... se acabó: no hacemos nada más, ni acercarnos a hablar con ellas, ni intentar bailar con alguna, ni decir un comentario ingenioso en su presencia. No hacemos nada. Como supondréis esto nos da mucho tiempo para hablar puesto que no solemos intimar con ninguna. Digo que “no solemos” ya que de vez en cuando, muy de vez en cuando, son ellas las que se acercan a darnos conversación. Y es entonces cuando vencemos nuestra timidez y damos rienda suelta a nuestra simpatía. Somos ingeniosos, tenemos miles de temas interesantes de los que hablar y podemos bailar cualquier estilo que nos pongan.
Y es que, como me decía una amiga la otra noche, “hoy en día todos, hombres y mujeres, estamos necesitados de conocer gente. Cuantos más habitamos este mundo más solos nos encontramos”.

Pero el otro día nada de esto fue posible porque, excluyendo un par de grupos de chavalitas que apenas llegarían a los 18, en todo el resto de local sólo había hombres.

1 Comments:

At 2:00 p. m., Anonymous Anónimo said...

De parte de tus amigos que ya sabes quienes somos: "Oh cielos!!"

 

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