1 de septiembre de 2009

MI VIDA SIN MÍ

"He visto mi vida pasar como en una película... y yo no salía"
(frase que pronuncié a mis amigos tras un serio accidente)

Soy un pajolero romántico... o más bien debería decir, un pajolero soñador. Me encanta recordar sitios y lugares que me traen buenos recuerdos a la mente, y volver a visitarlos pasado un tiempo.
Es una sensación parecida a la que experimentas cuando un día pisas tu vieja escuela, con una carrera bajo el brazo o un trabajo. Eres un adulto que advierte que su etapa formativa ha acabado y contempla por unos instantes el lugar en el que todo se inició. Te acuerdas de cual era tu pasillo en el colegio durante la EGB y que avanzabas por él a medida que pasabas de curso; o de cuando os obligaban a llevar un “babi”, para no manchar la ropa con restos de pintura o plastilina en párvulos; o también de aquella “seño” tan guapa que tenías en primero y a la que amabas secretamente (secretamente porque no se lo habías dicho a ella, todos los niños la amabais y para ninguno era un secreto los sentimientos de los demás).
Es por eso que esto que os voy a comentar seguramente os parecerá una simpleza porque para muchos sólo será una curiosidad corriente sin más importancia que la novedad que representa. Los de “Google maps” han creado en varias ciudades lo que podríamos llamar “un paseo virtual a pie de calle”. En las capitales más importantes (por ejemplo, en Granada todavía no es posible esta opción) cuando ya has aumentado la imagen de una calle todo lo posible, si vuelves a pulsar con el ratón de pronto te da una foto de 360º de esa zona desde el suelo y puedes avanzar por las calles, ver detalles de una fachada y cambiar de dirección en los cruces.
Ya lo había visto hace unos meses cuando “di una vuelta” con esta página por la zona de las nuevas torres de Madrid, pero el otro día, no sé cómo, de pronto me encontré recorriendo el camino que iba desde la estación de metro a mi antigua casa de Londres y hoy (os juro que no recuerdo por qué lo he hecho) de pronto estaba ante la fachada del “century 21”, unos grandes almacenes que visité en Nueva York y que creía destruidos ya que están en la “zona cero”.
Me gustaría volver, creo que algún día lo haré, pero mientras, verlos así, es un poquito como regresar allí donde estuve una vez junto a mis amigos, en mis viajes, en aquellos días de mi vida.

4 Comments:

At 8:05 p. m., Anonymous Anónimo said...

Pasear por un mundo que ya no existe.

Observo el pasado en el paisaje.

Nostalgia.

 
At 12:30 p. m., Blogger LA CAÑA DE ESPAÑA said...

A ver: ante la avalancha de comentarios (que he tenido que borrar porque venían con publicidad o referencias hacia terceros ofensivas) aclararé algo:
YO NO ESTOY MELANCOLICO, NI NOSTALGICO... NI GORDO (ahora que puedo aclararlo), sólo tengo el colesterol un poco alto y eso estamos solucionándolo.

 
At 12:33 p. m., Blogger LA CAÑA DE ESPAÑA said...

¡Ah! y gracias a los 15.000 que ya habéis visitado mi blog. El contador pone 30.000, pero sé que la mitad son mías de cuando tengo que volver a entrar para corregir una y otra vez mis despistes en la explicación epistolar.

 
At 4:38 p. m., Anonymous Anónimo said...

No es malo sentir nostalgia de vez en cuando.

Puede ser un problema si nos afecta al presente.

Solo debemos mirar al pasado para aprender a no errar en el futuro.

Solo existe el presente y quizá algo de futuro. Carpe diem... sin excesos.

A los que dicen algo de gordos... el tiempo pasa para todos... ya veremos... arrieros somos.

 

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