21 de septiembre de 2009

TAPAROS LAS NARICES: LA MIERDA SUBE RÁPIDAMENTE.

Siempre me he creído una persona muy normal, muy “en la media”. Si a mí me gustaba un libro esa novela solía alcanzar un buen volumen de ventas, si me parecía interesante una película más tarde se veía que su recaudación en taquilla era considerable y los films o temas musicales clásicos, esos que todo el mundo adoraba, con bastante frecuencia se encontraban entre mis preferidos.
En España hay una pequeña broma. La cadena de televisión que más documentales de animales echa es la segunda de TVE. Así que, cuando alguien quiere parecer culto dice que él o ella sólo ven “los documentales de La2”. Y así es como sale siempre entre los programas preferidos siendo, al mismo tiempo, uno de los canales menos vistos.
Pues mi “normalidad” en cuanto a gustos televisivos se refiere, se debe de estar atrofiando, porque cuanto más basura me parece un programa... más éxito tiene. Yo siempre había creído que esto era porque la mayoría de la clase baja de este país era adicta a ellos, pero cada vez conozco a más mujeres (y hombres) de alto nivel cultural con importantes puestos en sus empresas que son fieles seguidores de dichas porquerías.
Es algo así como pasa con las golosinas, conozco a nutricionistas muy preocupados por las grasas y los aminoácidos de cualquier cosa que coman pero que son capaces de atiborrarse a chucherías si se las ofreces casualmente.
Estas mujeres de alto nivel social de las que os hablaba antes, se pasan toda la mañana tomando decisiones de millones de euros y aguantan una gran responsabilidad sobre sus hombros. Cuando llegan a su casa no quieren ver noticiarios ni documentales que le sigan mostrando la realidad, lo que quieren es una telenovela que les evada o un “reality show” en los que el nivel de insultos sea tan veloz que no les de tiempo a pensar en nada más y que al mismo tiempo no le exija demasiada atención y puedan relajar sus cansadas neuronas.
Siempre había creído que si a mí no me gustaba un programa este tendría los días contados en la televisión. Ahora sé lo equivocado que estaba. La porquería seguirá existiendo mientras no aburra al personal... y no sólo se mantendrá por la audiencia de las clases bajas de la sociedad sino también para el esparcimiento de la gente de alto standing

por desgracia...

1 Comments:

At 4:24 p. m., Anonymous Anónimo said...

El botón on/off está para algo.

Hace tiempo que no veo televisión, la he cambiado por Internet.

Elijo lo que quiero ver, oir o leer, mientras pueda.

Para otros, si quieren analfabetizarse, es su problema.

Aunque a veces entiendo que al llegar a casa uno busque dejar la mente en blanco... pero puede que haya formas mejores... como un paseo por la Alfaguara.

 

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