Lo que ahora os cuento lo hago con posterioridad al 28 por que de habéroslo dicho con esa fecha pensaríais que es mentira. La Alpujarra (o mejor...:) Las Alpujarras es una concentración de pequeños pueblos en plena serranía granadina. Origen de sabrosas viandas (ummmmm: el jamón de Trevelez) y de deliciosos dulces (por ejemplo: los soplillos, de merengue y almendra) y también de gentes recias acostumbradas al frío, a la dureza de la tierra y descreída de las promesas políticas.
Hace décadas que uno de estos gobernantes les prometió a los lugareños de Pitres, uno de estos pueblos situado a 1200 metros de altitud, todo lo que le pidieran si le votaban y los vecinos (que son conocidos como “Bárbaros”) dijeron que deseaban un puerto de mar.
Mar, lo que se dice mar, no parece que vayan a tener, pero hace diez años que construyeron un paseo marítimo con ancla y barca de pesca, y hasta tienen una cofradía de pescadores (“la sardina resucitá”) famosa por incitar un año a sus miembros a que plantasen dicho pescado en sus tierras para que pudieran crecer “gordas y jugosas”.
Incluso encontraron una fabrica de conservas en Adra que les manufacturó una tirada de 3000 latas con la leyenda: “Calidad bárbara. Alimentos de la Alpujarras. Melva canutera. Conservas El Puerto de Pitres. Elaboración artesanal”.
Ahora quieren que el organismo de “Puertos del Estado” les conceda dicha calificación aunque sea de manera simbólica.

A tozudez no gana nadie a un alpujarreño…