14 de marzo de 2010

LOS MAZAZOS MEJOR DE DOS EN DOS

Ayer fuimos partícipes de una feliz noticia: Un juez de Barcelona confirma la legalidad del p2p en España. Eso es algo que los usuarios de internet ya sabíamos, pero la SGAE y sus políticos amiguísimos parecían desconocerlo, a pesar de que es opinión de muchos que esta cruzada en nuestra contra no hace mas que perjudicarles.
“La avaricia rompe el saco” reza un viejo proverbio. En su empeño por causar el máximo daño, la SGAE había empezado ya a enjuiciar a páginas de enlaces de archivos p2p que ni siquiera ponían anuncios en sus web y que no hacían negocio con esto. Que era un juicio perdido era de sospechar, pero el juez, en una clara y fundamentada sentencia ha probado que además las redes p2p son legales en España. Lo que castiga directamente a la línea de flotación de las pretensiones intervencionistas de los gobernantes actuales.
Soseguémonos un poco, esto no es la victoria. Sólo hemos ganado una batalla y posiblemente vayamos a perder la guerra al final. ¿Por qué?: Pues porque cuando un gobierno se empeña en pisotear a sus ciudadanos la historia nos enseña que sistemáticamente lo ha conseguido. Y si el sangrante paro no ha echado a España a la calle (por nuestras venas sólo corre horchata), mucho menos lo hará el cierre de páginas web o el corte de la línea a algunos usuarios.
Además estos políticos ya dan por perdidas las próximas elecciones, su pésima gestión de la crisis está cabreado a los seguidores, que hablan pestes de ellos porque han sentido que los SUYOS PROPIOS son los que ahora los han apuñalado por la espalda y no hay peor golpe que el que te da una mano que creías amiga. Si ya nada puede hacer empeorar sus resultados les da igual aprobar tres o cuatro leyes más por muy impopulares que sean. Esto pasará el problema a quien le suceda, parecerá que el gobierno había querido ser justo con los músicos y las productoras y la oposición recibirá las broncas de estos sectores si intenta revocar esas leyes o de los internautas si no lo hace. Esta es la estrategia del cobarde: minar el terreno perdido mientras huyes.
Pero aún hay algo más...