16 de mayo de 2010

MARÍA CRISTINA DE HABSBURGO (anecdotario)

Cuentan que Alfonso XII, tras la muerte de su amada esposa, se vio empujado por la petición popular a casarse en segundas nupcias, puesto que la prematura muerte de la primera había dejado el trono de España sin descendencia.
Se decidió que la elegida debía de ser María Cristina de Habsburgo-Lorena y hacia allí se dirigió Alfonso dispuesto a conocerla. María Cristina no parecía poseer, precisamente, el efímero don de la belleza, así que cuando el rey la vio se quedó un poco parado y preguntó a cierto duque, muy amigo suyo, que le acompañaba para la ocasión:

-¿Te gusta?

El duque permaneció callado, con lo que el rey concluyó:

-A mí tampoco.