10 de julio de 2010

QUEVEDO NO QUEDO (anecdotario)

Cuentan que en cierta ocasión don Francisco de Quevedo y Villegas (1580 - 1645) se quedó colgado dentro de una cuba.

Llamado desde un balcón por una dama, consintió en meterse dentro de una cuba que debía ser izada hasta el balcón por unos criados, pero era todo una broma y le dejaron a medio subir, con las consiguientes risas de los transeúntes.
El ruido atrajo la atención de una de las rondas nocturnas de Madrid y cuando llegaron hasta donde estaba Quevedo el capitán preguntó:

-¿Quién vive?

A lo que el ingenioso Quevedo contestó:

-Soy Quevedo, que ni sube, ni baja... ni está quedo.