28 de febrero de 2011

A LA MIERDA LOS ACUÍFEROS

‘Fracking’ es el término que se utiliza coloquialmente para referirse a la ‘hydraulic fracturing’, o sea: fractura hidráulica.

Consiste en inyectar arena, abundante agua (para abrir un pozo de gas en Pennsylvania se necesitaron 3,2 millones de litros) y productos químicos (entre 400 y 500, según algunas estimaciones) a profundidades de más de 1.500 metros. Se consigue con ello extraer más metano, o incluso más petróleo, de pozos que ya se consideraban secos.
El “pero” está en esos 500 productos químicos (incluidas arenas radiactivas) sobre los que las compañías guardan silencio como si de la fórmula de la Coca Cola se tratase (mezclas que incluso tienen copyright).
Con este sistema se está cambiando el panorama energético de Estados Unidos, y puede hacerlo con el de Europa (ya hay un ‘lobby’ para promover el ‘fracking’ en este viejo continente: esta es su web) y, finalmente, con el de todo el mundo.

Ahora, eso sí, despediros de los acuíferos, de la agricultura, de los animales que coman esas plantas, del aire que respiramos, de que vuestros hijos no sufran terribles enfermedades y finalmente de vuestra propia vida.

¡Viva la explotación natural sin fronteras!