7 de noviembre de 2011

TRONISTA, TRONADO, TRONERO


Ha llegado el invierno, de eso ya no hay duda.

Recapitulemos:
Hace una semana estaba yo en la playita (Granada tiene la costa a menos de una hora en coche: ¡Cómo para desaprovechar la ocasión!) en pantalones cortos, camiseta y chanclas. Hoy, siete días exactos después, para salir a la calle tengo que embozar mi cuerpo con una camiseta interior de manga larga, un grueso polo de invierno, un chaquetón de forro polar y una generosa bufanda de lana, además de los pantalones vaqueros y unas botas para el frío con las que podría proceder a escalar Sierra Nevada en plena ventisca de hielo, y que, teóricamente dejan transpirar, pero que, con tanto forro y contraforro cuecen, literalmente, los pies… pero ese es otro tema…

Hoy estoy eufórico. No por el televisivo debate, momentos que ocupo en escribir este post, sino porque le han publicado unas fotos y han entrevistado a un amigo mío en el periódico local. Le he dicho que como yo salí hace unos años un par de veces en la tele (por temas de espiritología sin importancia), ahora sólo nos falta tener a una “tronista” (gentuza sin oficio ni beneficio que suele acudir a programas basura) que se haya quedado pseudoembarazada de algún famosillo entre nuestro grupo de amigos para pertenecer al "sindicato de los casposillos”.

A un paso del actual “sueño español” me encuentro…

1 Comments:

At 5:43 p. m., Blogger Miguel said...

Reconozco que he tenido que mirar en google lo de los tronistas porque no sabia que querías decir. Has acertado en la definición. Tiene que haber de todo entre los amigos, es menos aburrido
Un saludo

 

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