11 de marzo de 2012

LA ROSA DE LOS VIENTOS


He escuchado atentamente a la rosa de los vientos

y saboreo su silbido a través de los pliegues de tu ropa.
Siento mi corazón hecho migajas y la conciencia rota.
Tú has bebido en mis labios y yo he bebido en tu boca.

Cierto: He escuchado atentamente a la rosa de los vientos.
He sentido el descontrol de varios y el descontrol de tu cuerpo,
ahora quiero saber si todo es fantasía,
si tú eres el conejo del cuento
y si yo seré "Alicia" hasta que esté despierto.

Cierto: He escuchado atentamente a la rosa de los vientos.
He usado la táctica de guerrillas: la lucha cuerpo a cuerpo,
rompí la máscara y luché por estar dentro,
y cuando me creo a salvo comprendo que no sé donde me encuentro.
He visto los dientes de león y el negro engendro.

Cierto: He escuchado atentamente a la rosa de los vientos.
Y volviendo a lo anterior, volviendo a mi cuerpo,
he sentido tus arañazos, no en la piel, sino dentro.
He visto la luz y ahora comprendo,
he huido de tu amistad al ver lo que esta me estaba haciendo.

Cierto: He escuchado atentamente a la rosa de los vientos.
He escuchado atentamente a la rosa de los vientos
que me ha dicho como todo está: no hay confianza y sí mucho tiento;
y como debía ir siendo: las cosas claras y el chocolate espeso.
Y en un susurro la sabiduría me ha ido sirviendo:
que si tú quieres, puedes; que si yo quiero, quiero;
y que no tengas miedo que la vida es sueño.

He escuchado a la Rosa de los Vientos y ahora sé lo que siento.
Sólo he escuchado a la Rosa de los Vientos y si te herido lo siento.


(No os emocionéis.
Hace casi veinte años que soñé estas rimas.
Hoy tocaba sacarlas a pasear un rato.
Un saludo)