de los Jardines de la Alhambra en el cruce con Paseo del Generalife.
Durante el descanso de casi treinta días que me tomé el mes pasado descubrí varias cosas respecto a este blog: La primera fue que el número de visitantes diarios no variaba mucho de los 4 a 8 que solía tener antes del parón. En condiciones normales alguien diría que es que mis lectores son muy fieles y entraban cada jornada para ver si había vuelto, pero en realidad la mayoría había llegado a mi página rebotados por google cuando buscaban información sobre España. La segunda fue que mi link sigue siendo el primero cuando se pone “la caña de españa” (con o sin mayúsculas) en el anteriormente citado buscador… y me jorobaba tirar a la basura tan privilegiado puesto. La última es que el número de visitas no varía significativamente ya ponga un comic, un comentario político o algún razonamiento mundano… lo que nos lleva de nuevo al primer punto.
Conclusión: ¡Ah, ni idea! No sabía que esperabais una. Si eso para mañana me lo pienso y en otra ocasión os la cuento.
Ayer me desperté de madrugada. Miré la hora en el móvil, que lo tengo junto a la cama. Las 3 y cinco. Como hacía calor me levanté para beber algo en la cocina. Cuando iba por el pasillo me fijé de soslayo en el reloj de cuco: las 2 y media… “bah, este reloj siempre anda mal”. En la cocina miré el que hay en la pared: las 2 menos cuarto. “¡¿Eing?!”. Me dirijo al termómetro con hora que hay junto a la nevera: las 2 y cinco. “¡Coño!”. Voy al salón a mirar el reloj de pie: las 3 menos veinte. Intento despertarme de golpe y resolver el misterio razonablemente:
“debe de haber pasado un agujero negro junto a la tierra y la distorsión gravitatoria ha estropeado todos los relojes”.
Sacas el trípode de su funda, lo extiendes, sujetas la cámara, la centras con respecto al suelo, miras la luz, el balance de blancos, la profundidad de campo, el enfoque, el encuadre, la perspectiva… y entonces empieza el trabajo de verdad: explicarle la toma a los actores, mostrarles las marcas en las que deben de situarse, repetir una y otra vez la escena… Un largo proceso que, con suerte, luego se verá durante dos o tres segundos en el montaje final.
Este post se lo dedico a una de las mejores personas que ha habido nunca en este planeta: Mi tíoGuillermo Burgos (sí, yo me llamo como él) que falleció ayer. Un beso allí donde estés.
En realidad apenas me gusta Amy Winehouse y eso que me considero un amante del Soul. Pero esta canción tiene un nosequé que me recuerda a otros tiempos.
Ese repiqueteo insistente de la batería me evoca a la malograda Tammi Terrell cantando aquello de "Ain't no Mountain High Enough" junto a Marvin Gaye.
Apenas me gusta Amy Winehouse, pero adoro el Soul y la Motown.
He escrito una novela, rodado un corto, publicado diversos artículos y plantado varios árboles. Me quedan por realizar un montón de proyectos con mis amigos. Tengo una larga vida para viajar, fotografiar, realizar vídeos, vivir, charlar, escribir, hacer comic, tal vez pintar, sin duda amar y disfrutar. Creo en el ser humano de uno en uno, nunca en masa. Busco mi felicidad sin oponerme a la tuya. Sólo admito la violencia en el cine.