En el verano nos entra un histerismo casi enfermizo por la figura. Las gruesas capas de abrigo que protegían nuestros “michelines” de las indiscretas miradas se han diluido con el calor dejando paso a finas camisetas y estrechos “shorts”. El otro día, en un telediario (noticiero), oí, por primera vez, la apreciación más lógica que se había dicho en la televisión, sobre este fenómeno, hasta la fecha: estar delgado es importante... pero con las dietas se tienden a bajar las defensas del cuerpo, y eso, en estos momentos de pandemia, tal vez no sea lo más juicioso... ni sano.
Yo ataco mis muros de grasa desde la retaguardia, los cojo desprevenidos por detrás, con el ejercicio y cuando los tengo debilitados los remato cortando los suministros de dulces, refrescos azucarados y chocolatinas a las que los tenía acostumbrados. Son batallas largas y, en ocasiones, aburridas. Pero lo importante es salir fortalecido de la guerra.

Esperemos que a mí, por lo menos, me haya librado de tomar más pastillas.
Un saludo a todos y todas.

P.D.: El verbo “coger” no tiene connotaciones sexuales en España.

Ayer cerré la madrugada en la "Fiesta del Agua" con la que el pueblo de Lanjarón celebra la "Noche de San Juan" (la más corta del año). Alrededor de 12.000 personas se prepararon para una noche refrescante y divertida en la que se concede permiso para mojar por cualquier medio y sin motivo a todo el que se ponga a tiro de tu pistola de agua, cubo o, simplemente, botella que utilices para echarle ese líquido. El Ayuntamiento había dispuesto mangueras a lo largo de toda la calle principal del pueblo, los vecinos tiraban cubos desde los balcones, unos a otros nos disparábamos con fusiles de juguete en cuanto sonó el cohete que marcaba el comienzo de la fiesta a las 12 en punto de la noche. Por delante toda una hora sin parar de correr, saltar, intentar esquivar y, finalmente, no poder evitar acabar completamente mojado. No hay sitio para las peleas ni para el mal humor. Los desconocidos no pueden enfadarse contigo si les mojas, ni tú si ellos te responden de igual manera. Y al final de la noche sólo te sientes feliz, agotado y muy fresquito.
Un último consejo, si os decidís a probarlo el año que viene, mucho cuidadito con el alcohol, la Guardia Civil sabe que hay desmanes y ayer se pusieron las botas multando a los infractores con un gran control de alcoholemia en la carretera de salida del pueblo.

(Breve video encontrado en Youtube sobre lo que allí aconteció)

La otra noche nos fuimos a realizar “psicofonías” a las trincheras que hay en la Alfaguara. En esa serranía de no mucha altura hay restos fortificados de la Guerra Civil española en la que se suponen que perecieron muchos combatientes y que eso ha traído una gran concentración de almas en pena rondando esos lares.
Por supuesto mi único propósito era alejarme de esta calurosa ciudad que me mortifica por las noches. Cuanto más lejos y más tarde me mantenga de mis tórridas sábanas: mejor. Y es que este ardor no lo provoca la compañía de una fémina, sino el puñetero estío que me maltrata sin piedad, con alevosía y nocturnidad.
Salimos de Granada alrededor de las 11 en el auto, llegando a la base de las lomas en donde se enclavan las construcciones al filo de la media noche. Nuestros pertrechos eran escasos, apenas un par de jerséis para los cuatro que íbamos por si hacía frío, tres linternas, dos cámaras de fotos y dos grabadoras digitales.
Las sombras que creaban nuestras luces en la vegetación unido al sentimiento de soledad absoluta y sumado a los ruidos propios del campo crearon la atmósfera adecuada a nuestros propósitos, la de mis tres compañeros: grabar sonidos de ultratumba, la mía: divertirme observándolo todo.

(¿Continuará?)

Creo que nunca, en toda mi vida, me ha gustado ninguna canción de hip-hop. Supongo que es un estilo de música que no comprendo, o tal vez sea por los ambientes en los que me muevo, o la música que ponían en los canales de radio que sintonizaba. Yo soy un hombre de los 80. Imagino que esa es la época que me marcó en mi adolescencia y la música disco siempre vivirá en mi corazón.
Sin embargo esta canción me ha llamado poderosamente la atención por dos motivos. El primero, y principal, es porque su autor y cantante es primo de un colega mío y el segundo, porque es uno de los videos más impresionantes que he visto en muchísimo tiempo; y además, la música, para ser hip-hop, no está mal...

Un saludo a todos y espero que disfrutéis de este tema (aunque yo no haya participado ni en la música ni en el video, jejeje).

Hace unos meses os comenté que había participado en el rodaje del concierto que el percusionista Rubem Dantas dio en Granada. También os dije que intentaría poneros algunas imágenes siempre que eso no contraviniera los derechos de autor del concertista y la productora del video, para que pudierais disfrutar de la música y, de paso, por si os interesa, ver mi trabajo.
El caso es que alguien ya lo ha colgado en internet (¡Qué rapidez! A mí me han dado la copia terminada hace tan sólo una semana), así que ya no es problema mío si cuenta con autorización o no.
El video en cuestión es el correspondiente al último tema que tocaron: "Al sur de su cintura". Curiosamente empieza con una de mis tomas. Yo llevaba la cámara central (que para esta canción en concreto hizo falta mover más bien poco), había otra para planos generales a derecha (según miramos nosotros) del escenario, y otra que la llevaba Cynthia en mano para las tomas elegidas según su criterio.

Jazz fusión flamenco. Espero que os guste. Un saludo.