Dos películas me he visto entre ayer y hoy:

"El ultimátum de Bourne" y "300".

Sobre la de Bourne opino lo mismo que su protagonista, que ya está más que harto de la serie. La primera de esta estirpe me pareció bastante entretenida y muy sorprendentes las escenas de lucha (hay una con un par de policías alemanes que es espectacular), pero la segunda ya era un palizón y, la verdad, me dio igual cuando se estropeó el dvd y no pude ver como terminaba. Esta tercera parte me ha permitido disipar ligeramente el aburrimiento tras la comida pero deseando con todas mis fuerzas que no decidieran continuarla.

En cuanto a "300"... pues me a gustado. No la creía tan entretenida. Cierto es que hacia el final del film esperaba con ansia la "carnicería" última, cansado ya de tanta lucha. Tengo que decir que lo que mas he admirado ha sido la realización de los efectos visuales. Y así: mientras los demás verían con desagrado como partían a alguien por la mitad y saltaban sus vísceras y sangre por los aires, yo me entretenía en ver el realismo de las gotas que habían dibujado una a una con efectos digitales. Me están gustando las adaptaciones que hacen de los comic de Frank Miller al cine. Me gustó "Sin City" y me ha gustado esta... aunque supongo que por razones diferentes al gran público. Por cierto: sí, se ven muertos como para montar una industria de morcillas (embutido de sangre tan rico como indigesto).

Un saludo.

No todo lo malo tiene un lado bueno. A veces un hecho desgraciado es sólo eso: una desgracia. A veces la muerte de un ser querido sólo nos trae pena, la perdida de un amor nos lleva a la desesperación, un fracaso nos hunde en el desanimo.

Había una estúpida teoría que decía que si un niño rompe un escaparate de una pedrada eso se podía ver por el lado bueno: el dueño de la tienda tendría que contratar a un cristalero y le daría trabajo, y se invertiría dinero en la industria del vidrio, etc. Lo que no se dice es que si ese niño no hubiera roto esa ventana ese hombre podría haber gastado ese dinero en otras cosas tal vez mas necesarias (comida, un regalo para un ser querido, una mejora en la tienda...) y que también percutiría beneficiosamente en la economía de los que se lo proporcionasen.

Eso es lo que se llama "la falacia de la ventana rota".

A veces lo malo sólo es malo. A veces es necesario llorar. A veces tocamos fondo en la vida.

La verdadera inteligencia no está en ver lo bueno de cada mal momento y no eres un ser estúpido si no ves más que oscuridad a tu alrededor. El estúpido es ese inepto que te dice que no has sabido mirar bien, que eres una persona débil sin aspiraciones o que te deprimes por nada.

SOMOS LOS SERES MÁS PODEROSOS DEL UNIVERSO. SOMOS LOS SUPERVIVIENTES. LA VIDA, DÍA A DÍA, ES LA PRUEBA MÁS DIFÍCIL, LA MARATON MÁS LARGA, LA MÁXIMA PRUEBA DE INTELIGENCIA.

Cierra ese libro escrito por un tonto que te dicen que estas ciega y abre los ojos al mundo. Ese momento duro ha sido real, pero ahora te toca seguir y tú puedes.

Yo sé que tú puedes. Tú sabes que puedes. El único que no lo sabe es ese escritor de porquerías que te llama ciega.

NO ESTAS CIEGA. HAS PASADO UN MAL MOMENTO Y HA SIDO DOLOROSAMENTE REAL. NO TENÍA NADA BUENO. NO LO PIENSES MÁS. PERO SI VAN A SER BUENOS ESOS MOMENTO FUTUROS QUE TE ESPERAN.

Ayayaayyyyyyyyyy.
Bueno, al final no me ha quedado la tira tan "redonda" como yo quería.
No, no es falsa modestia: LO DIGO EN SERIO. Aunque después de deciros que la iba a poner en mi blog no quería dejaros con la curiosidad insatisfecha.
En fin, dicen que "quien mucho abarca poco aprieta". Si hago alguna más creo que volveré al viejo método: tres o cuatro viñetas estáticas en blanco y negro plasmadas en un trozo de papel.
No todo ha sido malo. Gracias a todas las tonterías que he querido incluir he tenido que aprender dónde estaban los efectos de vídeo en este programa. Así que cuando en el futuro diga en mi currículum que lo conozco será totalmente cierto.

Bueno. Si os agrada un poco me alegro y si no... lo siento. Sea como sea un saludo a todos. Sed benévolos en vuestras críticas, por favor...

Y es que odio hablar de política en MI blog. Otros han convertido los suyos en panfletillos en los que escupirse a la cara o en escaparates de las vísceras pútridas que albergamos en nuestro interior. Pero hay un tema levemente político que me inquieta.
Vereis, todo a surgido a raíz de los problemas del piloto español de Formula 1 Fernando Alonso con su actual equipo. Le han llovido críticas, y en su mayoría eran de los ingleses (normal) y de latinos de sudamerica... y es esto último lo que no entiendo.
A menudo por las noches charlábamos en el saloncito de la casa de Londres el heterogéneo grupo de personas que allí habitábamos. En los últimos días había notado un creciente rencor de Carlos, un colombiano inteligente y con dinero que vivía en la habitación que tenía justo encima de la mía. Achacaba el agriamiento de su carácter al trabajo, al calor creciente, a la humedad o a la distancia con su patria. Pero cuando se acercaba mi partida lo notaba cada vez más arisco. Un par de días antes de mi regreso tuvimos una larga noche en la que me dedique a vaciar la nevera de todo lo que me sobraba y se lo iba sirviendo a él a Lucas a Piti (español de toledo) y a algunos amigos también colombianos con los que compartía trabajo. Era algo así como mi cena de despedida. Y poco a poco Carlos fue diciéndonos que era lo que le carcomía: según él todos lo problemas de Colombia eran debidos a la invasión española. Sus compatriotas no parecían animarle mucho, pero tampoco le contradecían. Yo alucinaba un poco y Piti consiguió al final que, si bien no nos exculpara, al menos si reconociera que hoy por hoy los únicos responsables eran los políticos corruptos que pudiera haber en su país.
Incluso llegó a decir que mejor hubiera sido una ocupación inglesa. A lo que yo pensaba: "Eso: díselo a los extintos indios de norteamerica, o a los barcos de esclavos, o a las colonias-prisión como Australia".
En España han crecido dos grupos principalmente de inmigrantes sudamericanos: los ecuatorianos y los argentinos. Los ecuatorianos son bastante diferentes en su aspecto y a penas se mezclan con nosotros. Viven entre sus gentes, son callados y pocos dados a los altercados (aunque con algunos de sus hijos si se está empezando a notar un problemas de bandas). Lo único que quieren es ahorrar dinero con el que mantener a su familia y para volver a su país. Los argentinos tienen un aspecto bastante europeo y se confunden excepto en su acento al hablar. Parece darles igual quedarse que irse. Suelen tener bastante facilidad para convencer a los demás de sus ideas y son muy desconfiados... de sus propios compatriotas.

Todo español que vive una temporada en Hispanoamerica vuelve horrorizado de la opinión que se tiene de nosotros. Y en cambio nuestros cantantes triunfan estrepitosamente allí y son recibidos todos con cariño y admiración.

Yo he conocido a bastante latinos a través de este medio, y a menudo nos comunicamos con el messenger. Me he cruzado con muchos en España y a lo largo y ancho de mis escasos viajes por el mundo. Y siempre me he llevado bien. Me asombra lo parecido que son nuestras formas de expresarnos a poco que lo intentemos y esa forma tan típica de ver el mundo de todos los que tenemos esta sangre.

Una vez un sudamericano me contó un chiste sobre este asunto:

Llega uno de su país a un local y ve que el dueño está pegando a alguien con gran saña y violencia.
-¿Que haces? -le pregunta.
Y el otro le contesta
-Es que este es español. Los mismos que se llevaron el oro y la plata, se acostaron con las nativas de este país y nos obligaron a aceptar el cristianismo.
Y el otro le replica:
-Pero eso fue hace quinientos años.
-Ya, pero es que yo me acabo de enterar ahora.

Sí que creo que todos los problemas de los países Hispanoamericanos se deben a nuestra culpa. Al colonizarlos nos mezclamos con los nativos, hubo mucho mestizaje y poco apartheid. Y eso hizo que nuestra sangre loca y inconstante se mezclara con la suya. Y por supuesto cualquier aspecto de la colonización me parece deplorable aunque fueran otros tiempos.

Podéis echarme la culpa, pero no por eso dejará de fascinarme lo fácil que nos resulta comunicarnos y el carácter similar con el que nos enfrentamos a la vida.

Un saludo a todos: sudamericanos, españoles y demás locos del mundo.

Los hijos de la gran P... de los estúpidos terroristas siguen regodeándose en sus caducos y pequeños cerebros con ideas simples para mentes sin fondo.